El taller de escritura, Jincy Willett

Me encontré este libro por casualidad, barato. Lo pasé por al lado un millar de veces hasta que decidí llevarlo. Me interesaba la idea de un taller de escritura (es más, tengo un libro sobre escritura con ejercicios muy interesantes, con lo cual pensé que iba a ser algo así), pero al leer la contratapa me di cuenta que era una historia de investigación: ¡Mejor aún!

Porque me gustó,
a pesar de estar traducido, tiene una escritura que fluye. Está narrado desde el punto de vista de la coordinadora del taller, y el taller está repleto de gente, con sus personalidades, sus historias y eso es
muy entretenido. Muchos responden a algún estereotipo y al mismo tiempo tratan de romperlo. Hay muchos personajes que me resultaron agradables, cercanos. Me gustó la historia, la situación y cómo se desenvolvió.
Al súper margen: me gustaron las actividades que les daba para hacer.

Qué no me gustó,
creo que si volviera a leer el libro, todas las pistas señalarían desde el principio al criminal. Es decir, me gustó la resolución, no porque fuera brillante, sino porque me tomó por sorpresa (por mi capacidad de ignorar detalles fundamentales y obvios; como si siempre estuviera dispuesta a sorprenderme), sin embargo, creo que para muchos otros lectores encontrar al culpable le hubiera resultado mucho más sencillo.
De alguna forma, cuando terminé de leer, sentí que había caído en todas las "trampas" de la autora. Había sido guiada y había caído en todos los lugares que se suponía que uno debía caer, pistas falsas, nombres y sobretodo complotes falsos.